Add parallel Print Page Options

El primero de aquellos seres vivientes tenía forma de león; el segundo, de toro; el tercero tenía un rostro humano, y el cuarto parecía un águila en pleno vuelo. Cada uno de ellos tenía seis alas y estaba cubierto de ojos por dentro y por fuera. Y día y noche decían:

«Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, que es y que ha de venir».

Y cada vez que los seres vivientes daban gloria, honra y acción de gracias al que estaba sentado en el trono, al que vive para siempre,

Read full chapter